Las rastras de discos son principalmente, equipos de labor secundaria. Aunque en algunos también se utilizan como equipos de labor primaria.
Su cometido es el de preparar la cama de siembra, sin superar los 10 a 15 cm de profundidad de trabajo.
Con el paso de la rastra de discos se consigue picar y desmenuzar rastrojos, nivelar el suelo de siembra y mezclar otros materiales, como el estiércol.
Su versatilidad las coloca como equipos referentes en el mercado agrario. Aún teniendo ciertas características desfavorables, contrapesan a favor otras características, por ejemplo un menor consumo energético y menor tiempo del proceso de labor con el implemento agrícola.
Por otra parte, las rastras de discos han cobrado fuerza en las labores primarias con algunos cambios en el implemento agrícola, tales como discos con mayor diámetro y peso para poder trabajar a mayor profundidad de laboreo primario y poder des-compactar y controlar las malezas.